Los Filtros del coche que hay que cambiar a tiempo
Al menos una vez al año o si superan un kilometraje determinado antes de cumplirse el año
De obligado cumplimiento (seguir los consejos de mantenimiento de cada fabricante) si no se quiere perder el derecho de garantía mecánica.
Los coches modernos son máquinas de precisión y altísima complejidad, diseñadas para cumplir su función a la perfección durante décadas y cientos de miles de kilómetros. Pero son máquinas cuyo buen funcionamiento depende de un mantenimiento religioso, con componentes de calidad. Es importantísimo respetar los intervalos de mantenimiento dictados por el fabricante, especialmente en lo tocante al buen estado de la mecánica. Y una parte clave de este correcto mantenimiento consiste en cambiar a tiempo cuatro filtros, esenciales para que el coche no sufra desgastes prematuros o graves averías.
Filtro de aceite se cambia con el cambio de aceite
Parece de perogrullo, pero para muchos propietarios no lo es. El aceite es la sangre de nuestro motor y el filtro de aceite es el elemento que se encarga que ninguna impureza termine dañando los componentes internos del motor. Los filtros de aceite están hechos de simple papel, pero consiguen atrapar en su interior pequeñas partículas e impurezas contenidas en el interior del motor, en muchas ocasiones derivadas de la propia combustión. Los filtros de aceite deben siempre cambiarse cuando cambiamos el aceite del coche, y nunca deberían reutilizarse. Son realmente baratos.

Los filtros de aceite tienen precios de entre 5 y 15 euros, dependiendo del tipo de filtro. Si el filtro es de carcasa metálica y grandes dimensiones podría rondar los quince euros. Los filtros “de cartucho” suelen ser más pequeños y tener un precio más bajo. Si vas a cambiar el aceite por ti mismo – actividad que recomendamos de forma encarecida – recuerda aplicar un poco de aceite limpia en los bordes del filtro, para que quede enroscado correctamente y selle correctamente. Recuerda apretarlo a mano, nunca con una herramienta.
Filtro de combustible al de dos cambios de Aceite
Importante, especialmente en un coche diésel, y aún más en un coche diésel moderno. Si bien los filtros de combustible pueden durar decenas y decenas de miles de kilómetros en buen estado en un coche de gasolina, no podemos permitirnos ese lujo en un coche diésel. El sistema de inyección trabaja a enormes presiones y con tolerancias micrométricas: cualquier impureza o agente externo en el combustible podría provocar carísimas averías, especialmente en los inyectores o en la bomba de combustible.

Filtro de aire
El filtro de aire es otro sencillo y barato filtro de papel, que muchos conductores ignoran de forma constante. Este filtro también tiene una función esencial: evitar que se cuelen elementos externos en la admisión del coche y pasen a la cámara de combustión. Una simple piedrecilla podría causar daños gravísimos si termina en el interior del motor. Los intervalos de mantenimiento de los filtros de aire varían según fabricantes, pero personalmente me gusta reemplazarlos cada año. Su pronto reemplazo es especialmente importante si vivimos en zonas polvorientas, o circulamos habitualmente fuera del asfalto.
Los intervalos de sustitución de los filtros de aire pueden oscilar entre los 30.000 km y los 60.000 km… pero cada fabricante es un mundo.
¿Qué ocurre si no cambiamos a tiempo el filtro de aire? El principal efecto que tendrá en nuestro coche será un aumento del consumo de combustible. El coche debe hacer más esfuerzo para “respirar”, y lo compensa inyectando más combustible. En casos extremos, el coche podría dar tirones o tener incluso problemas para arrancar. Como ocurre con otros filtros, los filtros de aire son sencillos y rara vez tienen un coste superior a los 30 euros. Si lo vas a cambiar por ti mismo, asegúrate de aspirar todas las piedrecillas, insectos y otros residuos que quedan en su caja al extraerlo.
Filtro del habitáculo, o filtro de “polen”
Además de estos tres filtros antes citados, con un claro efecto sobre el buen comportamiento de la mecánica de tu coche, hay otro filtro, también habitualmente descuidado. El filtro del habitáculo tiene por principal función evitar que se cuelen impurezas, olores y residuos al sistema de climatización de tu coche. Si notas que tu coche huele a “rancio” cuando arrancas el aire acondicionado, es muy posible que tengas que cambiar el filtro de polen. Estos filtros son de papel y son relativamente finos, lo que provoca que en poco tiempo se ensucien y deban ser reemplazados.
De nuevo, no provocas averías por no sustituir a tiempo estos filtros, pero obligarás al compresor del aire acondicionado a trabajar contra un filtro sucio, algo que a la larga puede acortar su esperanza de vida. Teniendo en cuenta que este filtro es lo único que te separa de los humos de otros coches y del polvo, es recomendable sustituirlo a tiempo, ya por una cuestión puramente de salud. Un filtro de polen para el coche puede costar menos de 10 euros, y los de carbón activo, supuestamente más saludables y de mejor filtrado, pueden tener precios de en torno a los 20 euros.
Otros filtros: el de partículas, el de la dirección asistida…
Estos cuatro filtros son los más comunes en un coche moderno, y son los que deben ser reemplazados de forma rutinario, de acuerdo con los intervalos de mantenimiento especificados por el fabricante. Además, los coches pueden tener filtros adicionales. Algunas bombas de combustible pueden tener pequeños filtros adicionales, y de nuevo, algunos coches pueden tener pequeños filtros en su fluido hidráulico de la dirección asistida – suelen tener intervalos de mantenimiento mucho más holgados. Por último, no podemos terminar este artículo sin hablar de los temidos filtros de partículas.